Project Description
Con salida desde donde el cliente nos lo indique, esta excursión se centra en tres de las ciudades con más encanto de la costa Vasco-Francesa. En Fuenterrabia- Hondarribia podrá disfrutar de su casco viejo, lleno de coloridos y preciosos balcones. En San Juan de Luz podrá visitar sus tiendas en las calles peatonales y admirar las vistas a su preciosa playa. Por último, finalizaremos la excursión en Biarritz, una preciosa ciudad que pasó de puerto ballenero a ciudad balneario y de descanso para toda la alta aristocracia europea en el siglo durante el siglo XIX y principios del XX.
HONDARRIBIA
Hondarribia es un municipio costero situado entre la Bahía de Txingudi y el monte Jaizkibel. Es un pueblo de marcada tradición pesquera, con una historia condicionada por su carácter fronterizo entre Francia y España. Ambos aspectos se reflejan perfectamente en la fisonomía actual del casco antiguo de la localidad. Es de obligada visita el Barrio de la Marina, donde está el viejo puerto pesquero y donde podemos disfrutar de los pintxos en sus bares. La parte vieja de Hondarribia conserva aún su muralla defensiva y el Castillo de Carlos V, que hoy es Parador Nacional. Estra parte de la localidad esconde preciosos rincones, con antiguas casas con sus balconadas llenas de flores.
SAN JUAN DE LUZ
San Juan de Luz, Donibane Lohizune (euskera) o Saint-Jean-De-Luz (francés), se enclava en una preciosa bahía abierta al Mar Cantábrico. Es una localidad con larga tradición marinera, tanto de pescadores como de corsarios y navegantes. Gracias a sus playas, durante el siglo XIX se convirtió en una ciudad famosa por sus baños de mar, que atrajeron bañistas de toda Europa. Esta vocación turística aun pervive y es visitada cada año por miles de personas que quieren disfrutar del buen clima y de otros placeres como la gastronomía vasca tradicional o los bellos paisajes del interior de Lapurdi.
BIARRITZ
La actual ciudad de Biarritz era también una localidad de tradición pesquera, volcada especialmente en la pesca de la ballena, animal que aun hoy en día es el símbolo de la ciudad. Pero a mediados del siglo XIX, gracias a que el emperador Napoleón III ordenó construir un palacio veraniego en la localidad, Biarritz se convirtió en una ciudad balneario muy popular entre toda la nobleza europea. Aun podemos disfrutar de aquel palacio, hoy reconvertido en el lujoso hotel-casino Palais, y del glamour de aquella época dorada. Hoy quienes visitan Biarritz lo hacen buscando sus playas, tanto para disfrutar de los baños de mar y los paseos, como para practicar deportes como el surf o el submarinismo.